depresión primaveral

Depresión Primaveral: Cuando la Naturaleza Florece y Tú Te Marchitas

¿Has oído hablar de la depresión primaveral? ¿Crees que puedes estar padeciéndola o la has padecido alguna vez? ¿Conoces a alguien que puede estar en esta situación? En este artículo hablaremos de qué es una depresión primaveral, aclararemos porqué ocurre y daremos herramientas para salir glorioso/a de este bache.

La primavera…

Llega la primavera y todo son flores, sol y pajaritos cantando. La primavera es la estación del renacimiento, de los nuevos comienzos y del amor (dicen). El frío invierno ya queda en el recuerdo y los días se alargan, el sol brilla con descaro, las terrazas se llenan de gente y los parques de flores y parejas de enamorados. Pero hay personas que, en lugar de sentir ese renacer vital, tienen más ganas de hibernar que de florecer.

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… La sangre altera

“La primavera, la sangre altera”, dicen. El refranero popular ya nos recuerda que la primavera no sólo cambia el paisaje externo, sino también puede afectar a nuestro organismo, a nuestra bioquímica y, por extensión, a nuestras emociones. Tradicionalmente se asocia a un aumento de energía, deseo y vitalidad. ¿Pero qué pasa si, en lugar de sentirnos eufóricos nos encontramos cansados, irritables o deprimidos?

Cada estación trae consigo su propio ritmo y desafíos, y la primavera no es la excepción. Pero precisamente en primavera es cuando la naturaleza dedica más energía, porque marca el fin del letargo invernal y es el inicio de una explosión de vida.

¿Qué es la depresión primaveral y porqué ocurre?

A menudo se confunde la depresión primaveral con la astenia primaveral.

La astenia es un desajuste temporal, un fenómeno más pasajero asociado al cambio horario y de clima, con síntomas como la fatiga, falta de energía, dificultades para levantarse por las mañanas y una sensación de apatía, pero sin llegar a una tristeza profunda. Puede desaparecer en una o dos semanas, cuando el cuerpo se haya adaptado a los cambios.

En cambio, la depresión primaveral es un bajón más serio. Los síntomas son muy similares a los de la astenia, pero el estado de ánimo se ve más afectado, llegando a sentimientos de tristeza más profunda. No es sólo un “bajón pasajero” o un “estado de ánimo tonto”. Es un tema serio que puede afectar a la calidad de vida. Los síntomas pueden persistir más de dos o tres semanas, afectando a tu día a día (trabajo, relaciones, actividades…) En este caso, es importante visitar a un profesional para que nos ayude a tratarlo. De todas maneras, si es primaveral, no deja de ser transitorio, pasará. Así que ánimo si estás ahí.

Hay que dejar claro que no es ninguna enfermedad. Se trata de un Trastorno Afectivo Estacional (TAE), es un tipo de depresión ligada a los cambios de estación. Aunque este tipo de trastorno suele asociarse más al invierno (porque, admitámoslo, el frío y los días cortos no ayudan a subir el ánimo), la primavera también puede ser un desencadenante.

Se estima que entre el 1% y el 10% de la población mundial la sufre, y los síntomas incluyen tristeza, fatiga y una inexplicable falta de motivación, justo cuando todos esperan que estés rebosante de energía.

Los cambios de estación pueden traer ajustes que afectan no sólo a nuestras rutinas diarias, también a nuestro cuerpo, mente y emociones. La variación de luz solar y los cambios de horario pueden alterar nuestros niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro.

flores en primavera

¿Por qué la primavera puede deprimirnos?

  • Tu reloj biológico está desorientado: Nuestro ritmo circadiano (o “reloj interno”) se desajusta con los cambios de luz y temperatura. Al llegar la primavera, el sol sale antes, los días duran más, y el cuerpo necesita tiempo para adaptarse.

  • Exceso de luz y cambios hormonales: Más luz solar afecta a la producción de melatonina (la hormona del sueño) y serotonina (la hormona de la felicidad). Normalmente este cambio se asociaría a más vitalidad y alegría. Pero este ajuste no es siempre inmediato. Así que para algunos puede ser un potente cóctel bioquímico con efectos secundarios, que puede estresar al organismo y provocar ansiedad y fatiga.

¿Qué factores pueden agravar los síntomas?

  • Presión social por “ser feliz”: Con la primavera llegan más eventos sociales, los días más soleados dan a muchos expectativas de disfrutar de la vida. Pero si no estás en tu mejor momento, esta presión social puede hacerte sentir peor. Es como ver a todo el mundo publicando fotos felices en Instagram mientras estás tumbado/a en la cama sin ganas de nada. O como estar en una fiesta donde todo el mundo baila y tú solo quieres sentarte en una esquina con cara de “¿qué hago aquí?”.

  • Las alergias: Para muchos la primavera significa también ojos llorosos, estornudos y una sensación general de agotamiento, las alergias están a la orden del día (sobre todo la alergia al polen). Eso es debido a que en primavera hay más producción de histamina, y eso se relaciona con las alergias y también con el estado de ánimo (un exceso puede hacernos sentir más irritables o más sensibles). Además, el tratamiento con antihistamínicos puede afectar también a la depresión primaveral, ya que pueden tener efectos en el sistema nervioso y vascular.

  • Afectaciones previas: Existen otras situaciones que, de forma secundaria, nos pueden llevar a una depresión estacional, como ciertas patologías crónicas o procesos inflamatorios (infecciones virales, por ejemplo).

Síntomas de alerta

Si notas alguno de estos síntomas durante la primavera, podrías estar experimentando un episodio de depresión primaveral:

  • Estado de ánimo bajo o tristeza persistente. Cambios de humor, con momentos de tristeza intensa seguidos de irritabilidad o apatía.

  • Falta de energía y pocas ganas de hacer cosas.

  • Dificultad para dormir (o dormir demasiado).

  • Cambios en el apetito: Quizás más ganas de comer carbohidratos simples… ¿Alguien dijo helado? Aunque también puede haber lo contrario, una falta de apetito.

  • Problemas de concentración y dificultades cognitivas.

  • Sensación de desconexión con los demás.

¿Cómo combatir la depresión primaveral?

Si la llegada de la primavera te tiene más decepcionado/a que emocionado/a, aquí van algunas estrategias para sentirte mejor:

  • Descansa: Ya sé que es fácil decirlo, sobre todo teniendo en cuenta que con una depresión primaveral precisamente el sueño o descanso nocturno se puede ver afectado. Pero trata de buscar recursos que te ayuden a descansar mejor por la noche: pon luces tenues por la noche y duerme bien a oscuras, ponte música relajante unos minutos antes de irte a la cama, usa aceites esenciales (el de lavanda es muy relajante), practica respiraciones profundas… Y si, por el contrario, sientes que necesitas dormir más de lo habitual, permítetelo.

  • Adáptate poco a poco: No intentes cambiar tus rutinas de golpe. Ajusta tus horarios gradualmente para darle tiempo a tu cuerpo de acostumbrarse a esta nueva estación. Escucha tu cuerpo.

  • Exponte al sol: Trata de exponerte a la luz solar en pequeñas dosis. No hace falta que te conviertas en un lagarto en una roca. Que te toque el sol en la piel un ratito por la mañana, otro ratito a mediodía y durante la puesta de sol puede ser de gran ayuda para regular tu reloj biológico. Además el sol te puede ayudar a regular la serotonina y a mejorar el estado de ánimo.

  • Muévete: La actividad física, especialmente al aire libre, puede mejorar tu estado de ánimo. No hace falta que salgas a correr cada día bajo los cerezos en flor, un paseo puede ser un buen comienzo, estiramientos suaves o incluso bailar al ritmo de tu música favorita. Lo importante es que tu cuerpo se active para generar endorfinas, esas sustancias mágicas que ayudan a levantar el ánimo.

  • Cuida tu alimentación: Aunque las ganas de comer dulces y carbohidratos se pueden multiplicar, trata de mantener una alimentación equilibrada, evitando harinas refinadas, azúcares y productos procesados. Mira de incluir vegetales, proteína de calidad y alimentos ricos en omega 3 (antiinflamatorio), como el pescado y mariscos (sobre todo pescados grasos de agua fría como el salmón, caballa, atún, arenques y sardinas). Ah! Y evita el alcohol, que puede provocar más inestabilidad emocional.

  • No te exijas estar “feliz” porque los otros te lo digan: Si no estás en modo “florecer”, no pasa nada. Sé amable contigo mismo, y date el permiso de sentir lo que sientas sin culpa.

  • Practica técnicas de relajación: La meditación, la respiración profunda o el yoga pueden ayudarte a reducir la ansiedad y mejorar tu bienestar general. Puedes probar varias opciones y quedarte con la que mejor te funcione.

  • Recuerda que esto también pasará: La primavera es una estación de transición. Igual que el clima cambia constantemente en esta época, tu estado emocional también puede hacerlo.

  • Busca ayuda de un profesional si lo necesitas: Si la depresión estacional interfiere con tu vida diaria y se vuelve difícil de manejar, no dudes en acudir a un psicólogo o psiquiatra. Pedir ayuda no es señal de debilidad, sino de autocuidado.

Y si conoces a alguien que lo está pasando mal…

Si tienes un amigo o familiar que parece estar lidiando con la depresión primaveral, lo mejor que puedes hacer por él es escuchar sin presionar. Evita frases como “Pero si ya es primavera, anímate!”, porque no se trata de voluntad, sino de algo más complejo.

En lugar de esto, ofrécele apoyo, valida sus sentimientos y, si es necesario, sugiérele que busque ayuda profesional. A veces, sólo con estar presente y disponible puede ser el mejor regalo para alguien que se siente solo en su lucha.

Reflexión final

En resumen, si la primavera no te trae mariposas en el estómago, sino un bajón inesperado, si te sientes más como un capullo cerrado que como una flor abierta, no estás solo/a y no te fustigues. La primavera no es igual para todos, unos florecen y otros se marchitan. Y está bien. No pienses que eres un cactus defectuoso, sino una semilla que acabará germinando. Date tiempo, el sol seguirá brillando cuando estés listo/a para salir. Si te sientes más cansado/a de lo normal, dale a tu cuerpo un margen de adaptación. Pero si notas que la tristeza se instala y no se va, si sientes que has caído en un pozo, pide una cuerda! Hay muchas formas de salir, y con el apoyo adecuado, seguro que volverás a florecer.

Escrito por: Anna R. Campi.

Especialidades: Terapeuta Corporal Integrativa.

Fecha: 17/03/2025

Los consejos y recomendaciones de este artículo tienen un carácter divulgativo y en ningún caso sustituyen el diagnóstico y tratamiento de un Psicólogo titulado. Si estás atravesando un momento de crisis en tu salud mental, te recomendamos que pidas ayuda profesional.

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