Los traumas infantiles no resueltos a menudo derivan en problemas psicológicos en la edad adulta.
Cuando un niño no ha recibido un trato emocional adecuado en su entorno familiar o ha vivido una experiencia traumática durante la infancia, es muy posible que experimente ansiedad, miedo, depresión o baja autoestima en su madurez.
Son muchas las peticiones de consulta que llegan a los gabinetes de psicología para, precisamente, tratar este tipo de traumas. Cada vez más personas son conscientes de que el origen de los problemas que están experimentando puede estar en traumas infantiles no resueltos. Por este motivo, acuden a técnicas como el psicoanálisis para descubrir los eventos del pasado de los que deriva la situación de conflicto del presente, a fin de arrojar luz sobre esas situaciones y recuperar el equilibrio.
Por esta razón, en este artículo vamos a profundizar sobre este tema, con la intención de poder orientarte si crees que tus problemas actuales pueden derivar de experiencias traumáticas que has experimentando durante la niñez.
Los traumas infantiles no resueltos pueden causar un profundo malestar en la edad adulta si no se tratan y resuelven. En este portal contamos con excelentes psicólogos online que tienen una dilatada experiencia tratando experiencias traumáticas a través de diversas metodologías. Te aconsejamos que reserves una consulta completamente gratis y sin compromiso en la que puedas exponer tu caso. No tienes que adelantar dinero ni firmar ningún tipo de compromiso de sesiones posteriores. Sólo te pedimos seriedad y compromiso a la hora de acudir a la primera consulta gratuita y luego tú decides si quieres continuar el proceso con total libertad.
Traumas Infantiles En Adultos: Definición
Ante la pregunta de qué es un trauma infantil, podríamos decir que hablamos de trauma en la niñez cuando una persona ha vivido en su infancia algún tipo de evento, ya sea puntual o de manera reiterada, que le marcó emocionalmente de manera profunda, a tal punto de forjar una determinada respuesta, incluso inconsciente, a determinados estímulos que guardan relación o semejanza con la experiencia traumática incluso años después.
De acuerdo a las palabras del psiquiatra Bessel van der Kolk “El trauma no es solo un evento ocurrido en algún momento del pasado, es también la huella que deja esa experiencia en la mente, el cerebro y el cuerpo” (Definición extraída del Informe sobre la salud mental infantil 2022)
Atendiendo a esta definición, nos parece del todo adecuado recalcar ese concepto de “huella” al que alude van der Kolk. Y es que es precisamente ese rastro que se experimenta a nivel emocional y físico el que se traduce en sufrimiento en la edad adulta.
Si un adulto sufrió abusos físicos en su niñez, fue maltratado emocionalmente, sus compañeros de colegio le hicieron bullying o vivió en una familia que no paraba de maltratarse y siempre estuvo en medio de peleas y discusiones, quizás sea en ese tipo de situaciones donde encuentre la raíz de problemas como la ira, tener una autoestima por los suelos y sentirse siempre inferior a los demás.
Principales Características de los Traumas Infantiles No Resueltos
Es habitual que los adultos que han vivido traumas en la infancia manifiesten una serie de conductas, sentimientos y emociones que guardan cierta similitud. A este respecto, te recomendamos que leas nuestro artículo sobre bloqueos emocionales por trauma, ya que te puede ser muy útil.
No obstante, a continuación vamos a listar algunas de las características que te pueden ayudar a identificar si los problemas de tu presente pueden tener su origen en algún tipo de trauma infantil no resuelto.
Como es lógico, es posible que tu caso concreto tenga otros matices o ni siquiera lo identifiques dentro de esta tipología. Por eso, siempre recomendamos que reserves una consulta con un profesional y expongas tu situación. Con la ayuda de un psicólogo experto en el tratamiento de traumas podrás encontrar el origen de lo que te está ocurriendo y volver a vivir una vida plena y en armonía.
Complejo de inferioridad y baja autoestima
Aquellos adultos que en su infancia vivieron con unos padres autoritarios para los que nada de lo que hacían era suficiente y jamás les reconocían sus méritos y logros, manifiestan en su vida adulta un acusado complejo de inferioridad y baja autoestima.
Si durante años recibieron el mensaje de que todo lo hacían mal y en sus aciertos nunca encontraron un refuerzo positivo, es normal que ahora, en su edad adulta, sigan sintiendo unas tremendas inseguridades.
De niños forjamos el carácter. Por eso, si tus principales referentes te inculcaron la idea de que nunca hacías nada bien, es muy posible que ahora sigas sintiendo que el resto son mejores que tú.
Este problema se manifiesta hasta en los adultos más brillantes y con mejores carreras. Para muchos, sentirse infravalorados supuso un estímulo que les condujo a superarse constantemente para recibir, por fin, la aprobación de sus padres. Y es habitual que estas personas hayan alcanzado grandes logros académicos y profesionales. Sin embargo, cuando no han sido capaces de reparar ese trauma que arrastran desde la infancia, sentirán que todo sigue siendo insuficiente y que el resto son mejores que ellos.
Fobias sociales e inseguridades
En el polo opuesto de unos padres autoritarios para los que todo era insuficiente, se sitúan los sobreprotectores que inculcaron todos sus miedos e inseguridades a sus hijos.
Y, aunque esto pueda no parece una experiencia traumática, en cierto modo sí lo es. Sí en la medida en que haber padecido este tipo de educación repercute de manera directa en conductas que alejan a la persona de la plenitud en la vida adulta.
Muchos adultos son incapaces de afrontar por sí mismos situaciones cotidianas tales como realizar trámites, solucionar problemas que implican mediar con desconocidos y no digamos ya dar la cara en un conflicto real.
Además, algunas de estas personas que han sido educadas en la sobreprotección, manifiestan fobia social cuando son adultos. Que sus padres hicieran todo por ellos cuando eran niños satisfizo su ego a la par que hundían su autoestima. Y ahora, en la edad adulta, no son capaces de relacionarse adecuadamente con los demás porque tienen un miedo irracional al rechazo o una vergüenza patológica ante cualquier situación que se sale de su amplia zona de confort.
Relaciones de pareja y con hijos problemáticas
Como estamos diciendo, los eventos que nos marcaron en la infancia encuentran su eco en nuestra conducta en la vida adulta.
Si fuiste testigo de frecuentes discusiones o, lo que es peor, víctima de malos tratos físicos, es posible que en tu vida adulta ese dolor no reparado dé la cara en forma de conductas agresivas cuando las cosas no van todo lo bien que desearías.
Con esto no estamos queriendo generalizar en ningún caso. Pero sí es cierto que a muchas personas víctimas de este tipo de traumas infantiles de carácter emocional, e incluso físico, los eventos del pasado les pesan en su manera de relacionarse con su pareja e hijos.
De ahí que acudir a tratamiento con un profesional sea una decisión de suma importancia cuando una persona que está sufriendo este tipo de conductas en su vida adulta toma la decisión de recuperar el control de la situación y vivir en paz.
Síntomas físicos y desarrollo de patologías emocionales
Cuando una persona está sufriendo las consecuencias de un trauma infantil no resuelto, también es habitual que experimente depresión, ansiedad e, incluso, crisis de angustia y llanto repentinas.
Muchas personas, entre las que probablemente te encuentras si has llegado a este artículo, intuyen que sus dolencias físicas y emocionales tienen su origen en la infancia.
Es posible que no sepan (o sí) identificar qué eventos o circunstancias son las que provocaron su estado actual, pero sí saben que lo problemas que están experimentando tienen más que ver con el pasado que con su presente.
De este modo, si te encuentras sumido en una depresión, tienes ansiedad y otros síntomas físicos como falta de aire, sensación de angustia generalizada que se somatiza en el cuerpo u otras dolencias de carácter emocional, es importante que comiences el necesario proceso de introspección que te lleve a conocer los eventos traumáticos de tu niñez a fin de repararlos.
Cómo Solucionar los Traumas de la Infancia
Cuando hablamos de algo tan serio como solucionar los traumas no resueltos de la infancia no podemos frivolizar y ofrecer una serie de consejos que sólo aliviarían de forma muy pasajera el daño que estás experimentando.
Para solucionar un trauma infantil que se manifiesta en diversas conductas problemáticas a nivel físico, conductual y emocional en tu vida adulta, es absolutamente necesario iniciar un proceso introspectivo de la mano de un psicólogo cualificado.
Existen diversas vías que tienen por finalidad resolver los traumas del pasado. Desde técnicas psicoanalíticas clásicas basadas en principios freudianos a procesos más actuales como la terapia EMDR.
En cualquier caso, y tal como estamos explicando. Se presenta como algo prioritario acudir a un profesional, ya sea en modalidad presencial o bien mediante la atención de un psicólogo online como a los que puedes acceder en este portal.
Conclusiones
Queremos finalizar este artículo con la reflexión final de que un trauma infantil no resuelto es un asunto de gran importancia que debe ser reparado para encontrar plenitud en el momento presente.
Muchos de los problemas psicológicos que se plantean en consulta tienen su raíz en experiencias traumáticas que la persona ha vivido en su infancia. De hecho, de acuerdo al estudio Estudio ACEs (Adverse Childhood Experiences Study), el 60% de adultos encuestados, de una muestra de 17.000 personas, manifestaron haber vivido al menos una experiencia traumática durante la infancia En algunos casos el paciente es consciente de esta circunstancia pero en muchos otros no es así.
En ambos casos, será labor del terapeuta ahondar en el pasado del paciente para descubrir y reparar los traumas que vivió en el pasado. Sólo de esta manera se puede lograr un equilibrio sano en el presente y vivir con plenitud.
Por todo ello, te invitamos a que reserves una consulta gratuita con alguno de los profesionales que podas encontrar en nuestro portal. Como podrás comprobar, muchos de ellos tienen experiencia en la aplicación de la técnica EMDR para reparar experiencias traumáticas o bien, como también hemos comentado en este artículo, a través de un enfoque psicoanalítico clásico.
En cualquier caso, si sospechas que tus problemas del presente tienen que ver con los traumas de tu infancia, es prioritario que acudas a terapia.
Te esperamos.
Los consejos y recomendaciones de este artículo tienen un carácter divulgativo y en ningún caso sustituyen el diagnóstico y tratamiento de un Psicólogo titulado. Si estás atravesando un momento de crisis en tu salud mental, te recomendamos que pidas ayuda profesional.

